No mira por el visor de la cámara.
Escucha.
No aprieta el disparador.
Dibuja.
No mira el mundo.
contempla su silencio.
No busca fotografías.
Aparecen,
Acontecen.
Despierta a la realidad secreta,
al instante abierto,
a una herida en la nada.
En sus fotografías no se trasmite un ver sensorial,
sino una comprensión de ese mirar.
La transparencia de la llama.
El fuego-El hielo.
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