Diario visual.
Fin del Primer viaje a Portugal.
Uno viaja para recorrer un sendero soñado,
para andar descalzo en ese despertar futuro,
despertar que parece resonar
en un tiempo antiguo, como ya vivido.
El viaje es adentrase en una memoria
que no reconoces como tuya,
pero que al recorrerla tus pies
leen en la tierra
una caligrafía
propia.
En ese territorio la fotografía cristaliza,
escoge y recorta el mundo,
trozos de un presente que devuelve
de nuevo al sueño.
Al final del camino aparece otro andar,
esta vez sobre el tiempo,
con la memoria entretejida en él.
Más tarde...
Uno entiende... conoce...
experimenta la melancolía
en toda su geografía,
Saudade,
Portugal,
Saudade.
La vida es un viaje experimental, realizado sin querer.
Es un viaje del espíritu a través de la materia,
y como es el espíritu el que viaja,
es dentro de él donde se vive.
Hay por eso almas contemplativas
que han vivido más intensa,
más extensa y más tumultuosamente
que otras han vivido en el exterior.
El resultado lo es todo.
Lo que se sintió fue lo que se vivió.
Se retira uno tan cansado de un sueño
como de un trabajo visible.
Bernardo Soares
Bernardo Soares fue ayudante de tenedor de libros
en la ciudad de Lisboa y compuso
el “libro del desasosiego”.
Bernardo Soares es considerado un semi-heterónimo
de Pessoa