ensoñada de una infacia perdida,
un susurro del tiempo,
una voz que en realidad
habla de otra vida,
otra vida que fue
dentro de ésta,
que fue, un territorio propio.
Como un lugar del fuego,
como lugar de vuelo,
como no sentirte de este mundo separado.
Un mundo... a donde siempre
hay que volver.
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Fragmentos de Puerto Supe
Está mi infancia en esta costa,
bajo el cielo tan alto,
cielo como ninguno, cielo, sombra veloz,
nubes de espanto, oscuro torbellino de alas,
azules casas en el horizonte.
Allí destruyo con brillantes piedras
la casa de mis padres,
allí destruyo la jaula de las aves pequeñas,
destapo las botellas y un humo negro escapa
y tiñe tiernamente el aire y sus jardines.
En esta costa soy el que despierta
entre el follaje de alas pardas,
el que ocupa esa rama vacía,
el que no quiere ver la noche.
Aquí en la costa tengo raíces,
manos imperfectas,
un lecho ardiente en donde lloro a solas.
Blanca Varela.
FOTOGRAFÍAS : MARGARET M LANGE.
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