El sueño de desaparecer. Esfumarse. Salir un día por la
puerta y no volver nunca.
El sueño de convertirse en otro. Abandonar a los amigos
y la familia, abandonarse a uno mismo y convertirse en
otro; romper todos los lazos, abandonar el hogar y las costumbres,
renunciar a las pertenencias, la seguridad, las perspectivas
de futuro y las ambiciones para convertirse en un
extraño.
Dejarse crecer la barba, el pelo, ocultar los ojos, comprarse
unas gafas, ropa usada y zapatos desgastados, dejar
que se hinche la cara, que se ennegrezcan las manos, vagar
por el entorno cotidiano, entre los conocidos de antes, y ver
qué aspecto tienen las cosas cuando ya no se está.
El sueño de una transformación.
Como, cuando te despiertas una mañana
junto a un rostro que no conoces.
junto a un rostro que no conoces.
Caminar.
Tomas Espedal. Editorial Siruela.
Imogen Cunningham |