Una intuición mirada.


Todos tenemos un ser dormido que quiere despertar a la realidad tal como es
y en este blog las imágenes, la música y la palabra son su principal vía.








.
.
.

.

.
.
.

.

.

.

.

.

.

.

.
RUDOLF BONVIE.
.
.
.








viernes, 24 de septiembre de 2010

Sentir como quien mira.













































Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.



 Si yo pudiera morder la tierra toda
y sentirle el sabor sería más feliz por un momento...
Pero no siempre quiero ser feliz
es necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...
No todo es días de sol y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.



Naturalmente como quien no se extraña
con que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...
Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la
infelicidad.



Sentir como quien mira. Pensar como quien anda.














F. Pessoa.





























viernes, 17 de septiembre de 2010

Duane Michals

La realidad no me interesa en absoluto. 






















Prefiero vivir en un mundo irreal, me parece más estimulante. 
Nunca me ha interesado la calle, no creo que ahí afuera ocurra nada interesante. 
Al contrario que otros colegas, yo no me he paseado jamás con la cámara a cuestas para captar una instantánea.
A mí, sobre todo, me interesan las emociones y los sueños.
Lo que pasa en la calle actualmente es demasiado normal como para prestarle atención.

























martes, 7 de septiembre de 2010

Una voluntad del ver.

.


























Andy Goldworthy.








   La mirada no es el saber, 


     si no la puerta.


           Ver es abrir una puerta.





                                                               Edmond Jabés.
















viernes, 3 de septiembre de 2010

Las formas de las sombras.

La poesía no sólo no es comunicación;
es, antes que nada
o mucho antes de que pueda llegar a ser comunicada,
 incomunicación,
cosa para andar en lo oculto,
 para echar púas de erizo
y quedarse en un agujero sin que nadie nos vea,
 para encontrar un vacío secreto,
para adentrarnos en una habitación abandonada
 cuya puerta se pueda cerrar desde dentro
sin que nadie en el exterior sospeche
que una puerta se disimula en el muro,
 v para estarse allí en el claustro materno,
seguros y escondidos,
 sin que nadie aparezca,
sin que nadie nos saque a la luz pública,
desnudos e indefensos,
nos saque y nos suplicie y nos repita la sorda letanía cotidiana,
 la letanía aciaga de la muerte.


Crear,
en suma, lo que es ya ruina,
duración,
la piedra fracturada;
entrar no ya en el hoy,
sino directamente en la memoria.





                                                      José Angel Valente.
                                                                Ginebra, agosto de 1.992