Una intuición mirada.


Todos tenemos un ser dormido que quiere despertar a la realidad tal como es
y en este blog las imágenes, la música y la palabra son su principal vía.








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RUDOLF BONVIE.
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domingo, 25 de noviembre de 2012

Días Que Aún no viví.




Reconocía en la narración de los otros la vida que yo soñaba,
no sabía si también ellos la contaban como un anhelo o como algo que ya habían vivido en sí, pero entendía que fuera como fuera,
 lo que vamos a vivir, ha de ser, es, en parte, lo que hemos soñado antes y que más tarde emprenderemos como una  búsqueda de esas señales que nos despiertan.

































Es la sensación de que acontece una melancolía inversa.
Ya que añoras lo que nunca has sentido,
lo que en ti y en tu mundo aún no existe, pero que sabes que está hay, invisible a los ojos, pero que aparece lentamente, solo hay que seguir su ritmo, abrirse a su tiempo.
Un tiempo convexo.













domingo, 18 de noviembre de 2012

Dialogos con Matias Costa. Tercera Parte,















La atmósfera. A veces buscamos desesperadamente un paisaje, una cara, algo que nos tranquilice y nos haga sentir que no somos los únicos que nos sentimos así.




























Alguien acaba de estar aquí. Encuentro en las huellas,
 en los restos de acontecimientos, la esencia misma
 de lo que sucedió.























De nuevo Minsk, Bielorrusia, búsqueda de mis raíces.
 Y de nuevo una imagen que simplemente te golpe
a y te obliga a pararte. 
La mirada es una cuestión de olfato, 
de instinto
 y de dejarse llevar.





Me gustaría que me contases a modo de micro relato
tu narración sobre The Family Proyect.


The Family Project más que un proyecto es un proceso, una búsqueda personal a la que decidí darle forma de proyecto creativo para adquirir la distancia necesaria y para poder después compartirlo con otros a los que no les interese necesariamente la historia de mi familia, pero si la manera en que la expongo. 
Esta historia corre a lo largo del siglo XX (ése es el segmento de tiempo que yo he elegido), paralelamente a la Historia, con mayúsculas, ya que muchos de los acontecimientos que se han vivido en mi familia tienen que ver con momentos claves en la historia universal, como son las migraciones europeas hacia América a principios del siglo pasado, la primera guerra mundial, la persecución de judíos tanto en la Rusia zarista como en la Alemania nazi, las guerrillas latinoamericanas y su contrapartida en forma de dictaduras militares, la expansión de Estados Unidos como potencia mundial y finalmente, de nuevo, las migraciones de los americanos a Europa, entre los que me incluyo, nietos o bisnietos de los que se fueron hace un siglo.
The Family Project reflexiona sobre la memoria y la gestión de las herencias recibidas.





¿Puedes expresar como es el proceso de entrar en la memoria familiar y si esto te llevo a una introspección en tu propia identidad?


En mi caso, entrar en la memoria familiar ha significado abrir un baúl lleno de asuntos pendientes. Secretos y heridas mal cerradas, ocultadas por generaciones anteriores. Historias dramáticas y muchas lagunas.

La introspección en mi propia identidad fue el detonante de esta búsqueda, la necesidad de dar sentido a ciertas cosas presentes en mi vida para las cuales no encontraba una explicación en los límites de lo vivido por mi, por lo que decidí buscar en lo que habían vivido los que me precedieron.





¿Que campos crees que se abren, al buscar, buscarse y reconocerse a través de las imágenes en un proceso creativo?


No tengo demasiado claro que yo me reconozca en las imágenes que voy encontrando. Quizá me reconozco en más en las imágenes que yo genero a partir de los archivos y los viajes a los lugares de origen y tránsito de mi familia. Es posible que en mi caso, el campo más interesante que se abre sea el de la limpieza de elementos confusos en mi biografía que, finalmente, descubro que no me pertenecían, sino que formaban parte de la herencia recibida. Hacer esta especie de terapia con forma de proyecto creativo permite jugar un poco con la realidad y los hechos y reintentares uno mismo como quién es realmente en la actualidad.





Es facil al conversar de fotografía caer en teorias atractivas pero olvidándonos de la propia experiencia fotográfica en relación a lo que sucede o sucedió,
 puedes explicar como te ayuda tu Cuaderno de Campo a comprender y registrar las huellas de lo vivido.


Para mi todo aprendizaje nace de la experiencia propia. Incluso aquel que leemos sin movernos de una silla, ya que uno lo incorpora y lo filtra a través de su vivencia, extrayendo lo que a uno le sirve. El blog Cuaderno de Campo es una versión editada y fragmentada de mis Cuadernos de Campo físicos, que siempre llevo conmigo. Me sirven para entender mejor la realidad y para explicarme a mi en el momento que me ha tocado vivir. Tengo la necesidad de escribir en ellos, o poner fotografías, del mismo modo que otros necesitan contar al llegar a casa cómo ha sido su día. No son diarios, no son registros, son extensiones de la experiencia vivida, que se completa y adquiere mayor sentido cuando se posa en los Cuadernos.



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domingo, 11 de noviembre de 2012

Dialogos con Matias Costa Segunda Parte.



















Es mi foto favorita. También habla de la soledad.
 Es un pequeño lago artificial en un parque de Pekín.
 Este hombre en realidad estaba rodeado de gente, pero decidí concentrarme en ese momento de ensimismamiento. Para mi es un icono.





















Caperucita, perdida en Pekín, caminando sin rumbo. 

El movimiento genera vida, encuentros. Cada viaje es irreversible.







Un momento fugaz, un galgo desorientado, perdido, que está a punto de ser atropellado por un coche en Madrid. Segundos después galgo y coche desaparecen. Así es como funciona la vida, cosas inesperadas que nos pueden cambiar para siempre. Me interesan las situaciones en algo está a punto de ocurrir o acaba de suceder. Esa tensión genera incertidumbre, que es la base de cualquier buena historia.















De nuevo la soledad y el existencialismo.
 Uno consigo mismo en mitad de la gran ciudad.

M.Costa.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Dialogos con Matías Costa, Primera parte.



Conocí a Matías un fin de semana en el que estaba resfriado y su tempo era lento y la voz frágil. 
En ese encuentro se creó un ambiente familiar y  acogedor, pasamos dos días hablando, escuchando y mirando la vida a través de imágenes, palabras y silencios.
Nos mostró allí su mundo, sus metáforas y sus cuadernos de campo.



En una segunda ocasión hace ahora justo un año estuve
con Matías en una escuela de Madrid, para dialogar entorno a la fotografía, y encontré en él aún esa lentitud y fragilidad que atribuí anteriormente a su catarro, me di cuenta que al menos en parte esa era su forma de ver el mundo, acercándose poco a poco despacio, asomándose, pero mirándolo de frente.



 Comprendí mejor el por qué y cómo enfoca sus trabajos personales y encontré en su lenguaje particular, una vía poco habitual de mostrarnos a los demás, sin velos, tal como somos, desde nuestras incertidumbre, poniéndole cara a lo que no sabemos, a lo desconocido y sobre esa búsqueda  ir construyendo, encontrando... hallazgos del ver.






Como la frase de A. Camus de la entrada anterior, intento acercarme "...ciegamente junto a esos hombres silenciosos que no soportan esa vida que les hace el mundo, más que por el recuerdo o el refugio en el remanso de breves y libres felicidades"..."

                                                               
(A. Camus)




















Quería establecer una conversación con Matías a través del blog, en esta entrada le propuse que hablara con sus y imágenes y que nos contara como las escucha él.
























Es mi imagen de referencia en la serie The Family Project. 
Representa la forma en que la vida nos lleva por lugares imprevistos. 
Tiene que ver con el azar, pero también con el destino. 
Son las ramas de arboles en el parque Lezama, 
donde jugué mis primeros años de vida en Buenos Aires.
















El escaparate de una farmacia en la esquina de la casa
 donde nací en el barrio de Constitución en Buenos Aires, 
el día del niño. 
Me remite a una cultura, la argentina, en la que los niños son muy protagonistas. 
Y me gusta su paralelismo con algunas fotografías
 de los americanos de los años 70, que tanto me han cautivado.


















Es el interior del edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada, en Buenos Aires, donde se torturó y asesinó a miles de personas. Por estas escaleras bajaban a los detenidos para las sesiones de tortura.

 Me gusta la idea de que algo bello pueda contener una historia sórdida. La vida está llena de estas contradicciones.



Un parque de Minsk, Bielorrusia, en busca de mis raíces.

 La atmósfera, como dijo Pessoa, lo es todo.




Este es el jardín de la casa de Julio Verne en Le Crotoy, Francia. En este lugar tenía una pérgola donde se sentaba a escribir, con un cartel que dice ¨La Solitude”. Yo amo la soledad, la necesito cada día de mi vida, supongo que necesito estar conmigo con la misma intensidad que necesito estar con aquellos a los que quiero.
M.C.