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lunes, 17 de marzo de 2014
Cuando no esperas nada, aparece todo.
Cuanto más atenta es la mirada, mayor es la nitidez de lo que antes no apreciabas, otras imágenes aparecen desde la aparente cotidianidad y la ceguera va desapareciendo.
Solo cuando opones resistencia se apaga ese nuevo mundo, solo cuando lo contaminas con ruido esa visión desaparece.
Hay que alejarse del resultado, entrar en lo que sucede.
Cuando no esperas nada, aparece todo.